La actriz Kelley Mack, conocida por su papel como Addy en "The Walking Dead", ha fallecido a los 33 años tras meses de lucha contra un agresivo tumor cerebral.
Su muerte se produjo el pasado sábado en Cincinnati, su ciudad natal, acompañada por sus seres queridos, entre ellos su madre y su tía, quienes estuvieron con ella durante todo el proceso.
Un tipo de cáncer que ataca el sistema nervioso central
El diagnóstico, un glioma difuso de línea media, le fue comunicado en noviembre de 2024. Este tipo de cáncer, que ataca el sistema nervioso central, marcó el inicio de una difícil etapa en la vida de la intérprete. A pesar de la gravedad de la enfermedad, quienes la rodearon destacan que Kelley se despidió con serenidad y rodeada de amor.

Para rendir homenaje a su vida y legado, se celebrará una ceremonia conmemorativa el próximo 16 de agosto en Ohio, además de un homenaje en Los Ángeles, ciudad en la que residió y desarrolló su carrera durante más de una década.
Su partida deja un vacío profundo entre sus colegas y seguidores
Más allá de su destacada participación en The Walking Dead, Kelley Mack dejó su huella en otras producciones como 9-1-1 de Fox (2019) y Chicago Med de NBC (2022). También fue una presencia habitual en campañas publicitarias y cobró notoriedad por prestar su imagen a Spider-Gwen en promociones de Spider-Man: Into the Spider-Verse.

Su partida deja un vacío profundo entre sus colegas y seguidores, quienes la recuerdan como una figura luminosa y apasionada que, aunque brevemente, brilló intensamente en el mundo del cine y la televisión. |